Las semillas y frutos secos son una fuente de energía extraordinaria que no debe faltar en nuestra dieta en grandes cantidades. Estas dos familias de alimentos son fuentes ricas en proteína, minerales, grasas saludables y fibra.
Las semillas y frutos secos son muy fáciles de incorporar en nuestra dieta, ya que puedes añadirlos a una ensalada, yogur, crema de verduras, puedes hacer panes o bollería saludable. También son ideales como un pequeño tentempié por la mañana o por la tarde o como merienda saludable para los más peques de la casa. Sin duda alguna incluir semillas y frutos secos a nuestra rutina de alimentos del día a día hará que nos encontremos más enérgicos y más saludables.
Existe una gran variedad de semillas como el lino, la chía, el sésamo, el girasol y la calabaza son los más comunes.
De la misma manera ocurre con los frutos secos, más amargos o con sabor más tostados pero todos igual de nutritivos. Almendras, avellanas, nueces, cacahuetes o pistachos son sin duda los más consumidos.
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